lunes, diciembre 28, 2009

Adios

y sucedio que el dia que te fuiste, el mundo se hizo un lugar inmenso.

como una sonrisa nerviosa
como una lagrima atrapada,
como un dolor que se disimula a la mala

Te fuiste en un instante que se hizo eterno,
y que al salir de el, como en un sueño,
te levantas creyendo que no fue cierto

pero era cierto, ya habias partido,
y fue que nos descubrimos
contando tus historias como leyendas,
sonriendo de manera complice a la nada
tratando de no tejer marañas
sobre dolores que no se hablan.

y fue en ese momento que ya no estuviste, que te hiciste omnipresente

no como una pena,
ni como una culpa,
sino como lo que fuiste...
un puño en alto,
un corazon latiente,
una palmada en la espalda
una sonrisa compartida por siempre

y es ahora que no te extraño porque te vivo,
y es ahora que te escribo porque te escucho,

que te digo adios y no para siempre
solo por un instante...
adios padre, adios

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