miércoles, setiembre 07, 2011

Un día perfecto

Hubo una vez que me desperté temprano totalmente descansado, con la mente lúcida y los sentidos afinados, y me levanté como un resorte porque sonreí y me di

cuenta que dios estaba conmigo, y el mundo tenía colores y los pajaros cantaban lindas melodías en los arboles. Había un sol radiante en pleno invierno en

Lima y sentía que era yo solo contra el mundo, pero esta vez nada me podía detener. El tiempo alcanzaba para todo y era más feliz que nunca, desbordando

alegría a todo sitio donde iba. Cuando regresé a casa caí rendido a dormir plácidamente después de un día perfecto... al día siguiente al despertar solo

tenía una cosa en la cabeza, qué paja es el LSD!!!

1 comentario:

(+.+) dijo...

Muy buena, cayo en el momento justo...